Con esta crisis sanitaria ha quedado claro que los sanitarios también tienen miedo. Puede que algunos digan que es un miedo irracional o un miedo psicológico, pero lo sienten muy real. A ti también te pasa y te gustaría no tenerlo. La mejor opción es aprender estrategias de gestión emocional aplicables para el miedo.
He preparado este artículo con la intención de ayudarte a comprender por qué sientes miedo en esta situación, y qué cosas puedes hacer para que no se te haga insuperable, y no controle tu vida. Para que sepas manejar que te produce tu miedo, y también el de los demás, porque sin querer, el miedo de otros termina aumentando el tuyo.
Los sanitarios también tienen miedo de la pandemia
El miedo es una emoción , de las que se consideran básicas, porque todos los seres humanos del mundo, la compartimos. Lo que no compartimos tanto, ni siempre es el contenido de nuestros miedos, es decir, a qué le tiene miedo cada uno en concreto, pero miedo, tenemos todos a algo. Y los sanitarios también lo tienen, no son una excepción.
Cuando no manejas bien el miedo, se contagia
Cuando la gente a tu alrededor entra en pánico, cuesta razonar. Los sanitarios tienen miedo y también contagian su miedo, a sus compañeros, y a los pacientes. Los efectos derivados de ello son razones que hacen necesario que aprendan estrategias de gestión emocional del miedo.
Cuando el contacto con lo que te provoca miedo es sostenido, es más fácil que tengas reacciones desproporcionadas.
Conoce mejor la emoción del miedo
El miedo, además de una emoción, también es una reacción de supervivencia que comienza por la presencia de un peligro real o imaginario estresante, y termina con la liberación de sustancias químicas a la sangre. A los sanitarios que tienen miedo, también les pasa, el corazón y la respiración se aceleren o su cuerpo se pone tenso.
El miedo en todos sirve para a proteger la vida ante las posibles amenazas , y su mecanismo de acción se controla desde distintas partes del cerebro
Fisiología y Bioquímica del miedo
El cerebro límbico revisa de manera constante (incluso durante el sueño) toda la información que recibe a través de los sentidos, mediante una estructura llamada amígdala cerebral, que controla las emociones básicas, como el miedo y el afecto, y se encarga de localizar las fuentes del peligro.
Cuando la amígdala de los sanitarios que también tienen miedo se activa, surgen las reacciones químicas con las que enfrentar los peligros.
La función del resto de estructuras cerebrales que intervienen en el mecanismo de acción del miedo, no son menos importante.
La primera respuesta de tu organismo frente a una situación de amenaza es de lucha
Esta respuesta es automática , es decir, que no la activas de manera consciente, surge mucho antes de que tu razón pueda decidir frente al estímulo que la provoca.
Posteriormente se puede producir la reacción de huida
Cuando no hay posibilidad de huir
Si no hay posibilidad de huir, el miedo intentará detener cualquier movimiento, provocando la reacción de parálisis.
En el caso de tu miedo a la pandemia, tú has estado en contacto con la situación que tu cerebro interpreta como amenazante, has visto las consecuencias del contagio, los síntomas que producen la enfermedad, su mala evolución, en algunos casos, y la fragilidad que como persona tienes tú y los que te rodean frente a un simple virus.
Lo normal es que al inicio sientas ganas de huir y después te vayas quedando paralizada.
Se alteran algunas funciones, entre ellas, aumenta la frecuencia cardíaca, y las pupilas se dilatan para aumentar el campo visual. Algunas se inhiben por no ser vitales.
Entre otras, aumenta la percepción, se agudiza la memoria para retener la información de lo que causa el miedo. Sube la presión sanguínea para llevar más sangre a los músculos. Se acelera el ritmo de la respiración para aumentar el intercambio de CO2 y oxígeno. Los venas y arterias se contraen para evitar grandes hemorragias en caso de ser herido. La inmunidad se deprime.
La conciencia y el pensamiento nítido quedan reducidos a una parálisis confusa
Los neurotransmisores desencadenan tu miedo
Todo ello sucede porque se vierten al torrente sanguíneo unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores, y preparan al cuerpo precisamente para esa reacción de huida o ataque.
Pasado el peligro, si percibimos solución a la situación, se reestablece el equilibrio interno.
Cuando no se tienen buenas herramientas de gestión emocional, el estado interno no se reestablece, y por tanto el miedo se hace tóxico, y provoca consecuencias notables en tu salud física, emocional y mental.
Psicología del miedo
El miedo, como todas las emociones modifican la percepción, y también aportan información respecto a cómo resituarte frente algunas vivencias.
El error que igual cometes es que conviertes al miedo en tu problema , y en realidad no lo es, es la señal que te indica que existe un problema. Funcionaría de la misma manera que cuando se enciende una luz en el salpicadero de tu coche: si se enciende la luz de la gasolina te está indicando que entras en reservar y necesitas parar a repostar.
Los sanitarios también tienen miedo y aprenden a manejarlo
En realidad tu miedo es un aliado extraordinario, y es fundamental realizar un aprendizaje en este sentido que te permita transformar esa emoción inicial en un aliado.
Cuando te falta de educación emocional, piensas que el miedo es el problema y no es exactamente así. El problema no es la emoción, sino el hecho de no saber aprovechar la información que te está facilitando, y quedarte enganchado en ella, como esclava emocional, convirtiéndolo en disfuncional.
Tipos de miedo
Hay muchas características que se tienen en cuenta para clasificar los miedos. En cualquier caso, según lo mucho o poco que afecta a tu vida cotidiana, el miedo se considera normal si es de corta duración y no interfiere, o patológico cuando si interfiere y se activa aunque no haya peligro y puede prolongarse indefinidamente.
Innatos o adquiridos , según si la causa está relacionada con una experiencia vivida o no.
Reales o irracionales , según si la causa tiene componentes reales, que son adaptativos a la situación, o bien tiene su origen en el pensamiento. Los irracionales pueden convertirse en fobia.
Fases del miedo
Fase de imaginación exagerada
El miedo empieza en tu mente y te hace imaginar la peor de las situaciones, sin ser consciente de ello, exagerando lo que, en realidad, puede no llegar ni a suceder.
Fase del miedo propiamente dicho
El miedo como tal, aparece en tu cuerpo por la liberación de los neurotransmisores. Es cuando se originan los ataques de ansiedad o de pánico .
En esta fase la mente emocional va más deprisa y se desconecta de la racional, la información entre ambas no se comparte y esto dificulta mucho la regulación emocional, y encontrar soluciones.
Los sanitarios también tienen miedo y se paralizan
Fase de parálisis
Tu cuerpo se preparó para actuar, pero de repente algo falla, te pones en lo peor, te bloqueas y ya no sabes cómo actuar. Como si tus mecanismos de adaptación dejasen de funcionar.
Fase de contacto con el miedo de origen
Se pone en marcha el mecanismo por el que la forma en la que manifiestas tu miedo en la pandemia, tiene que ver con cómo reaccionaste en tu pasado ante algún miedo en el que tu mente identifica elementos comunes.
Es necesario ver su origen para sanarlo
Funciones del miedo
El miedo tiene dos funciones:
- Función positiva : te protege de la vida, de la muerte y de situaciones peligrosas.
- Función negativa : te paraliza, y te lleva a dejar de hacer cosas por el miedo.
Lo interesante siempre es permitirte sentir tu miedo, como emoción natural, usando su función positiva, para calibrar el riesgo y las consecuencias de tus acciones y decisiones, pero sin pararte por ello. La experiencia no hay que pararla por el miedo.
Frente al miedo una de las principales cosas que se puede hacer para manejarlo es delimitar su naturaleza, y después obtener información sobre la misma, a tu propia demanda, porque se teme a lo desconocido.
Cómo manejar el miedo de la pandemia
Antes que nada te claro que cualquier emoción que se convierte en disfuncional e interfiere de forma negativa en tu vida, se puede tratar y corregir. No es una "condena" con la que tienes que vivir el resto de tu vida.
A veces lo puedes resolver sola, y otras necesitarás ayuda de profesionales con conocimientos para el abordaje emocional.
Echa un vistazo a mis programas de terapia para la gestión emocional, y accede a una sesión de exploración gratuita , y en ella entre tú y yo veremos cómo te puedo ayudar a manejar los miedos que ahora te limitan por la crisis sanitaria del momento.
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¿Qué tengo que hacer?
Empieza por ponerle cara a tu miedo, hazlo visible. Para ello escribe e identifica en concreto a qué le tienes miedo. Por ejemplo, a contagiarte, a contagiar a otros, a que esto no se termine, a que la sobrecarga te haga cometer más errores.
Cuanto más concretes más posible te será ponerle información que deja de mantener aquello en el ámbito de lo desconocido, y por tanto te será más manejable. Cuando lo concretas con palabras, sus dimensiones y temerosidad disminuyen.
¿Lo que tienes es miedo o ansiedad?
Vigila si lo que tienes es miedo, relacionado con un peligro presente e inminente, o ansiedad, que hace referencia a la anticipación de un peligro futuro
Cosas que puedes hacer para empezar a gestionar tu miedo
Observa cuánto tiempo al día pasas en contacto con lo que estimula tu miedo. Si pasas mucho tiempo viendo noticias, haces caso de fuentes de información sensacionalistas, pasas mucho tiempo en conversaciones que hablan de los efectos negativos del virus, o mucho tiempo pensando en las posibles consecuencias de un contagio, etc.).
Si evitas estas cosas, ya mejoras tu malestar.
Acepta tu miedo y No te juzgues por tenerlo. Es normal que lo tengas, no te sientas rara ni acomplejada. Que lo tengas no te hace peor ni mejor que nadie.
Toma conciencia de cómo el miedo se expresa en tu cuerpo. Por ejemplo, si tu respiración se acelera, haz ejercicios de respiración para relajarte. Haz respiraciones abdominales. Intenta que sean lentas y profundas. Así ya estás cambiando la fisiología.
Descubre qué historia hay detrás de tu miedo. Conoce los recuerdos que lo reproducen. Esto te ayudará a preparar un plan de acción para minimizar su impacto.
Escucha a tu miedo, porque en muchas ocasiones los miedos te advierten de ciertos recursos que necesitas para solventar la situación con garantías
Conclusión
Cuando sabes cómo manejar el miedo de la pandemia, haces que disminuya porque sabes qué tienes que hacer, para no ponerte a la defensiva y cometer menos errores.
- Obtén la información de fuentes fiables, y descarta el resto. Procura mantener una rutina fija, en el aislamiento / confinamiento, porque a la mente le gusta saber qué es lo que va a pasar. Le da sensación de control, y eso neutraliza el miedo.
- Pon el foco en lo que si puedes hacer y no en lo que no se puede hacer.
- Elige sacarle utilidad al momento para replantearte cosas como tu rumbo o tus objetivos. En una situación social más normalizada, no siempre tienes tiempo para ello.
- Pon otra mirada a la situación y deja de verla adversa, busca el lado positivo.
- Atiende a los cambios en las manifestaciones de conducta con tu entorno afectivo directo. Las necesidades de afecto no han desaparecido.
- El amor es el mejor antídoto del miedo.
- El amor es capaz de contrarrestar la sensación de inseguridad y desprotección que provoca el miedo. Asegúrate de tener en tu entorno a alguien con quien hablar abiertamente.
- Vigila los pensamientos irracionales, cuestiona si todo lo que piensas es verdad.
- Evita el lenguaje absolutista: “todo me pasa a mi”, “esto no se va a acabar nunca”, “nadie está siguiendo las recomendaciones”… Son formas directas de elevar el miedo.
- Aprende estrategias con las que modificar la manera de interpretar las situaciones vividas. Elige bien los pensamientos que te quedas.
Puedes usar tu mente en pensar cosas negativas, desagradables, fatalistas y autodestructivas, o positivas, constructivas, etc. Aunque ninguna de ellas está ocurriendo, la sensación interna y la energía de la que te cargas con unas o con otras es muy diferente y la capacidad de tomar decisiones adaptativas también
La elección de en qué piensas no depende las circunstancias impuestas, sino de ti misma, y siempre la puedes decidir y controlar
¿Qué aspectos te producen más miedo cuando ves los efectos de la pandemia? Déjame tu comentario. Si tienes inquietud por ampliar este tema, o que te hable de algún otro, añade tu sugerencia en tu comentario y lo tendré en cuenta para los siguientes artículos que publique.
Gracias por dedicar tu tiempo a leerme.
Un abrazo
Ana Eló