Una Historia de Verano
La primera vez que lloré por un desengaño amoroso aún no había cumplido los 15 años. Fue por un chico que conocí en unas vacaciones de verano en la playa. Yo estaba con mi familia, pero prefería pasar el tiempo haciendo amigos en la piscina del hotel donde veraneábamos. Éramos un grupo de chicos y chicas que nos divertíamos sin prestar atención a nada ni a nadie en concreto.
Un día, uno de ellos tuvo un accidente en la piscina y se rompió un dedo de la mano, y se la tuvieron que inmovilizar. A partir de ese momento, ya no podía jugar ni bañarse, se sentaba en el borde de la piscina, y yo, sin saber cómo ni por qué, comencé a "cuidarle", por simpatía, la verdad. Al inicio, me daba cuenta que no sentía especial atracción por él, pero al "cuidarle" la mano, preguntándole si le dolía y diciéndole que tuviera cuidado de no mojarse, él comenzó a hacerme mucho caso...y ahí empezó todo. Desde ese momento sólo buscaba estar con él. Íbamos de la mano juntos en los mercadillos. Él decía, delante de los otros amigos del grupo, que yo era su novia, y a mí me eso, justo eso, me hacía sentir muy bien porque sentía que "ERA ESPECIAL PARA ALGUIEN".
Sin saberlo, estaba poniendo en marcha la trampa que atrapa y altera la autoconfianza.
Con el paso de los días y creciendo la confianza mutua, nos dimos algunos besos fugaces, propios de nuestra corta edad. "Me sentía una princesa con su príncipe de la mano"
Cuando se acabaron aquellas vacaciones, nos separarnos porque vivíamos en ciudades diferentes, y nos intercambiamos cartas durante un tiempo, era lo que se llevaba. Con cada carta que llegaba, tenía una ilusión, y responderla, se convertía en la motivación de ese momento. Aún creo que tengo guardadas esas cartas, porque solía ser de esas personas que guardan ese tipo de cosas, no sé si por romanticismo o por apego.
El Inicio de un Patrón
Aquel carteo, terminó, y con ello también la relación, cuando otro chico llamó mi atención. Un chico, que como el primero, tampoco me encantó al inicio, pero de quien si recibía las atenciones que necesitaba, y que el otro ya no me podía dar. No dejé pasar un tiempo para entender y colocar la historia vivida, y sobre todo, no me hice una idea del daño que esa necesidad de atención hacía a mi autoestima y a mi confianza en mí misma. Sin darme cuenta, en ese momento estaba estableciendo un patrón de conducta de dependencia afectiva, que después repetiría una y otra vez en muchas de las relaciones de pareja que tendría.
#Puedes interesarte leer el artículo: "Un proceso de autoconocimiento te transforma"
La Ciencia Detrás de la Autoconfianza y las Relaciones
La falta de autoconfianza puede llevar a un ciclo de búsqueda constante de validación externa. Según el estudio: "Dependencia de la aprobación externa en personas con baja autoestima." publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, las personas con baja autoestima tienden a depender más de la aprobación de los demás para sentirse bien consigo mismas, lo que puede resultar en una serie de relaciones inestables y poco satisfactorias. Enlace al estudio
Reconstruyendo la Autoconfianza
Reconocer este patrón es el primer paso hacia el cambio. La autoconfianza se puede reconstruir con el tiempo y con las herramientas adecuadas, pero yo no lo supe hasta mucho tiempo después, y en ese transcurso de tiempo tuve momentos de sufrimiento muy dolorosos, que hoy se que son evitables, con ayuda de la terapia.
Hacer terapia o unirse a una comunidad de apoyo, pueden ser decisiones clave, que te ayudan a colocarte frente a ese patrón, para identificarlo, enseñarte cómo evitarlo y aprender a tener actitudes más beneficioas al abordar tus relaciones de pareja desde el incio.
Son espacios en los que puedes desarrollar tu confianza en ti, y compartir tus inquitudes sin sentirte juzgada.
"Las mejores relaciones y logros llegan a tu vida cuando confías en ti".
Conclusión
Si te sientes identificada con esta historia, recuerda que no estás sola. Si con el paso del tiempo tus relaciones no han funcionado como querías o esperabas, y ahora crees que necesitas ayuda para hacer cambios que mejoren esa parte de tu vida, no dudes en pedir cita en mi consulta. Mi proceso de terapia individual está diseñado para ayudarte a gestionar tus emociones y a desarrollar un conocimiento más profundo de ti misma, y mayor libertad para expresarte como realmente te sientes. También puedes formar parte de la comunidad de autoconocimiento y meditación, una red de apoyo destinada a desarrollar la confianza en una misma, donde te proporcionaremos herramientas para manejar tus emociones en las relaciones de pareja y para construir una vida más plena y satisfactoria, y donde también conectarás con otras personas que están en el mismo camino que tú.
Para obtener más información sobre mis procesos de terapia individual y mi comunidad de autoconocimiento y meditación, usa el formulario de contacto.
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¡Gracias por leer y ser parte de mi comunidad para la transformación!
Un abrazo
Ana Eló