Gestionar nuestras emociones es uno de los grandes retos del ser humano. Muchas veces, creemos que tenemos bajo control nuestras emociones solo porque hemos asistido a terapia o leído un sinfín de libros de autoayuda. Sin embargo, la verdadera gestión emocional va mucho más allá de la teoría. Requiere un trabajo profundo y consciente que a veces pasa desapercibido incluso para quienes se consideran expertos en el tema.
En este artículo, quiero compartirte mi experiencia personal y hablar de la diferencia crucial entre aprender a gestionar las emociones y gestionar de verdad lo que sentimos. Mi camino no ha sido fácil, pero he aprendido que el verdadero cambio no llega con las palabras, sino con la acción. Y es ahí donde radica la clave de la transformación.
Mi historia: El despertar de la verdadera gestión emocional
Durante años, viví con ansiedad sin darme cuenta. Después de una ruptura matrimonial, sentí que el mundo se me venía encima. Creía que mi vida no tendría sentido si no encontraba a alguien con quien compartirla, y me empeñé en buscar una nueva relación sin haberme tomado tiempo para sanar. Me sumergí en una espiral de relaciones fallidas, convencida de que estaba haciendo todo lo necesario para no volver a sentirme así.
Pasé por varias terapias y talleres de crecimiento personal, donde aprendí sobre la gestión emocional. Pero lo que no entendí en ese momento es que aprender algo no es lo mismo que vivirlo. Creía que estaba lista para enfrentar mis emociones, pero en realidad, solo había arañado la superficie de lo que necesitaba hacer.
Con el tiempo, me di cuenta de que no había gestionado realmente mis emociones, sino que solo había aprendido a hablar sobre ellas.
"El verdadero trabajo no estaba hecho."
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La diferencia entre aprender y gestionar de verdad
La importancia de identificar y modificar patrones inconscientes
Uno de los pasos más importantes en la verdadera gestión emocional es identificar y modificar los patrones inconscientes que llevamos en nuestro "guión de vida". Todos tenemos una historia interna que guía nuestras decisiones, muchas veces sin que seamos conscientes de ello. En mi caso, mi guion estaba diseñado para perder.
Este guion lo estructuré durante mi infancia y adolescencia, sin darme cuenta de que esas experiencias moldeaban mi personalidad de una manera que me alejaba de la felicidad que buscaba en la vida adulta. Identificar estos patrones fue un proceso doloroso, pero necesario para poder empezar a gestionarlos de verdad.
Los estudios científicos también apoyan esta idea. Según la teoría del guion de vida propuesta por el Dr. Eric Berne, creador del Análisis Transaccional, nuestras decisiones emocionales tempranas configuran patrones que repetimos a lo largo de nuestra vida, como una película, y que pueden llevarnos al éxito o al fracaso emocional dependiendo de cómo los gestionemos. Fuente
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Cambiar los diálogos internos
Una vez que identifiqué mi guion inconsciente, el siguiente paso fue cambiar mis diálogos internos. Estos diálogos son las voces internas que continuamente nos dicen que no somos suficientes, que no merecemos el amor o que no somos capaces de lograr nuestras metas. Estos pensamientos están profundamente arraigados en nuestras creencias y experiencias pasadas, y suelen ser negativos, limitantes y autodestructivos.
La gestión emocional verdadera implica tomar el control de esos pensamientos y reemplazarlos con creencias más saludables y constructivas. No es un proceso que ocurra de la noche a la mañana; requiere práctica y constancia.
Es importante recordar que nuestros pensamientos no son la realidad, pero tienen el poder de crearla si los dejamos.
Liberar la carga emocional acumulada
Otro aspecto fundamental en la gestión emocional es la liberación de la carga emocional que hemos acumulado a lo largo de nuestras vidas. En mi caso, cada relación fallida dejaba una cicatriz emocional que, con el tiempo, se convirtió en una carga difícil de llevar. Aunque creía que había sanado, en realidad, solo había enterrado esas emociones sin procesarlas por completo.
Liberar esa carga emocional fue un paso clave para poder gestionar de verdad mis emociones. Aprendí a reconocer mis emociones, a sentirlas sin miedo y a dejar que se expresaran de manera saludable.
"No podemos sanar lo que no reconocemos."
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Crear una rutina de mentalidad positiva
Finalmente, el último paso en mi proceso de gestión emocional verdadera fue crear y mantener una rutina de mentalidad positiva. Este es un aspecto fundamental que muchas veces pasamos por alto. No basta con hacer cambios temporales; es necesario sostener esos cambios a lo largo del tiempo para que se conviertan en una parte natural de nuestra vida.
Crear una rutina de mentalidad positiva implica establecer hábitos saludables que nos ayuden a mantenernos enfocados en nuestros objetivos emocionales. Esto puede incluir la práctica diaria de la gratitud, la meditación, el ejercicio físico, y rodearnos de personas que nos apoyen en nuestro camino de crecimiento.
El verdadero cambio no es un destino, sino un viaje constante.
El impacto del autoconocimiento en la gestión emocional
La ciencia también respalda la importancia del autoconocimiento en la gestión emocional. Un estudio publicado en The Journal of Positive Psychology sugiere que las personas con un alto grado de autoconciencia son más capaces de gestionar sus emociones y mantener una salud emocional positiva a lo largo del tiempo. Fuente
Esto significa que el primer paso hacia la verdadera gestión emocional es conocernos a nosotros mismos a un nivel profundo. Sin este autoconocimiento, es imposible cambiar los patrones que nos impiden vivir la vida que realmente queremos.
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Invitación a compartir tu experiencia
Me gustaría invitarte a reflexionar sobre tu propio proceso de gestión emocional. ¿Has sentido alguna vez que, aunque sabes cómo deberías gestionar tus emociones, en realidad no lo estás haciendo de verdad? ¿Has identificado patrones inconscientes en tu vida que podrían estar saboteando tu felicidad?
Te invito a compartir tu experiencia en los comentarios. A veces, el simple acto de expresar lo que sentimos puede ser el primer paso hacia una verdadera transformación.
No subestimes el poder de enfrentar lo que llevas dentro, porque es ahí donde reside tu verdadera fortaleza.
Mi método para transformar tu vida y dejar de depender emocionalmente de las relaciones
Hoy, después de todo lo que he vivido y aprendido, he desarrollado un método de terapia basado en mi experiencia personal y en el conocimiento adquirido a lo largo de los años. Mi objetivo es ayudar a mujeres que, como yo, han hecho girar su vida alrededor de encontrar una buena pareja para no sentirse solas y valoradas, postergando sus propias inquietudes y deseos personales.
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Con mi método de terapia, o formando parte de mi comunidad, podrás transformarte en una mujer empoderada que cree y confía en sí misma. Aprenderás a tomar el control adulto de tu conducta y a establecer límites saludables que te permitan priorizarte a ti misma y convertirte en la protagonista de tu propia vida. Pide cita en mi consulta y empezamos a dar juntas los pasos que te van a llevar a conseguirlo.
Deja de vivir en función de los demás y comienza a vivir en función de ti misma. No hay mayor poder que el que nace de dentro.
Conclusión: Gestionar de verdad, no solo aprender
Para finalizar, quiero recordarte que una cosa es aprender a gestionar las emociones y otra muy diferente es gestionarlas de verdad. El camino hacia la verdadera gestión emocional es profundo, desafiante y, a menudo, doloroso. Pero al final del día, es el único camino que nos lleva a la auténtica libertad emocional.
No te conformes con el conocimiento superficial. Sumérgete en tus emociones, conoce tus patrones, cambia tus diálogos internos y, sobre todo, libérate de la carga emocional que has acumulado. Solo así podrás empezar a vivir una vida plena, libre y auténtica.
"Tú eres la dueña de tu historia. No dejes que nadie más la escriba por ti."
Este artículo no solo pretende ser un testimonio, sino una invitación a la reflexión y a la acción. No estás sola en este camino, y siempre hay una manera de empezar de nuevo.
¡Gracias por leer y ser parte de mi comunidad para la transformación!
Un abrazo
Ana Eló
Gracias por el artículo. Después de lo que aprendí contigo en la terapia, me resultaba difícil practicar lo que aprendí, sea por flojera o por miedo a afrontarlo. Pero veo que es un hábito que hay que formar, que lleva tiempo y como cualquier otro hábito, no es fácil.
Hola Miriam, antes que nada, disculpa la tardanza en responderte. Muchas gracias por tu comentario, siempre son una guía para saber si voy por buen camino con los artículos que publico. Es cierto que modificar hábitos requiere de crear un hábito nuevo, ya que en la mente tenemos muchas estrategias estructuradas, que nos ponen difícil el hecho de integrar los cambios que queremos, hasta que se convierten en una conducta automática de la que ya no hay que estar pendiente. Por eso, te animo mucho a que continúes poniendo atención e intención en practicar lo que aprendiste, «sin relajarte» por el bienestar que vayas experimentando, porque ese bienestar inicial no está afianzado. Gracias por tu interés en mejorar lo que necesitas de tu vida con mi ayuda, y gracias infinitas por toda la confianza que depositaste en mi.